Vacío.
Es raro. Nunca me pasa... Hoy sentí como que un pequeño pero grande vacío en mi interior... Algo así como escasez, algo que falta. Una sensación muy extraña.
Pensé. Muchas cosas me pasaron por las cabezas, posibles razones, podría ser. Pero para qué pensar? No es suficiente con hacerlo, al menos que en lo más recóndito del pensamiento encuentres una respuesta lógica y absoluta para todas tus preguntas... pero no lo harás. Hay preguntas sin respuestas, y hay respuestas sin preguntas. De hecho, a mucha gente le encanta responder cosas sin que se le haya preguntado, es como una mala costumbre del dominicano. Pregunto: ¿Dónde compraste esa camisa? Respondes: Sí, me ha salido muy buena. Y quizá comienzas a dar detalles sin importancia de los colores y los tamaños que habían en la tienda. Qué difícil es entender que no me interesa! Pero no era exactamente a ese caso que me refería. Pero es cierto. O cuando uno pregunta: ¿Cuánto te costaron esos zapatos? y respondes: Son italianos y eran los únicos que quedaban. OK. Creo que ahora soy yo quien lo está haciendo, nadie me preguntó mi opinión, pero la quise dar, tengo la maldita mala costumbre (perdón por la palabra).
El meollo de la cuestión es que cuando uno se siente vacío, uno no tiene que pensar, porque pensar cansa, es mi manera de verlo. Bueno, en mi caso, me puse a oir música, y también me cansé. Me puse a hablar solo pero nunca hay suficiente privacidad para hacerlo, incluso he intentado hacerlo sin hablar, pero no me oigo. Cuando se sientan vacíos hagan lo que yo hice como última instancia. Coman! Yo creo que era hambre que tenía. Después de comer, me sentí mucho mejor. Después me sentí vacío otra vez. Supongo que me da mucha hambre.