Cayendo...
Tú me empujaste desde muy alto, desde tan alto, y ahora caigo.
Yo me lancé, por propio instinto, por voluntad propia, y ahora caigo.
Tú no intentaste, ni por cortesía, darme una mano.
Yo no intenté, ni por simple reflejo, alzarte mi mano.
Y ahora caigo...
Quizá me esperen cosas mejores abajo.
Quizá te esperen cosas mejores arriba.
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